Llegada a Guadalajara
Me levanto tempranísimo junto con Oscar que se iba de campamento ese día, y aprovecho para poder llegar temprano a Guadalajara donde me esperaba Manuel, y llegar antes de que él entre a trabajar. Luego de instalada en su casa, donde las paredes son de distintos y vivos colores y está decorada con muchas artesanías de Guatemala, nos almorzamos un bistek con frijoles y jalapeños, escuchando música andina, hicieron que mi llegada a la ciudad sea inmejorable.
Guadalajara, con sus 5 millones de habitantes es la segunda ciudad en tamaño después del Distrito Federal, es la capital del Estado de Jalisco, uno de los mas prósperos del país, debido entre otras cosas a la gran cantidad de industrias acentadas allí, y su posición estratégica en el camino al principal puerto del pacífico. Por ejemplo, todos los rollos kodak de latinoamérica se fabrican aquí. Esto hace que tenga muchísimo moviento en sus grandes autopistas, además famoso por su buena producción del ágave auzl para la elaboración de Tequila, del cual exportan cantidades exhorbitantes a varios países del mundo. Agricultura, algo de ganadería y minería completan el cuadro.
En la tarde, Manuel llamó al trabajo para avisar que no iría (se maneja) y me llevó a Chapalá, un enorme lago cerca de la ciudad, destino frecuente entre los estadounidenses que se jubilan, y que acostumbran muchos de ellos realmente, mudarse a México a pasar allí sus años de descanso, donde pareciera que tomarse un agua de jamaica en la plaza de un perdido pueblo Mexicano es mas interesante que la familia, ahi nada de almuerzos los domingos con los abuelos y esas cosas. Allí pasamos a buscar a Rocío, una amiga maestra de Manuel, que consiguió un cargo en una escuela privada en un paraje cercano, y nos fuimos al muelle, donde apreciamos el atardecer, mientras ya las barcas de los pescadores y paseadores reposaban ancladas por ahi.
De regreso en Guadalajara, caimos en lo del guero a cenar unos tacos, lugar que frecuentaríamos los sucesivos dias.
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