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Me voy del DF !!




callecitas12 (Querétaro)

Originally uploaded by marinmoran.

El Distrito Federal, o México como le dicen aquí, sin duda es un lugar para conocer por todo lo que tiene, pero desde que llegué no podia evitar sentir ganas de irme. El caos de autos y gente, o quizás mi ansiedad por ver el interior de México, el colorido, el colonial, el mágico, hacian que deseara con ganas la partida. El viaje a Querétaro, mi primer destino en el interior, fue tranquilo, el bus era bueno -salvo tener que soportar la eterna película yanki mala- con un “lonch” que consistia en sandwich, galletitas y agua, y con un paisaje agradable: campos sembrados de verduras, o algunos con ganado. Pequeñas parcelas en general cultivadas sin mucha tecnología, y en algunos casos de forma muy rudimentaria, por los propios campesinos que viven allí, en lo que queda de los “Ejidos”, luego de la repartición de tierras. Los camiones llenos de cerdos listos para la hora final no cesaban de pasar en dirección contraria.

Alli me espera mi primer host del Hospitality Club! Gonzalo, quien me lleva a su trabajo para dejar los bolsos y parto entonces a caminar y tener el primer contacto con la ciudad. Llego a un mirador del majestuoso acueducto de la época colonial que atraviesa la ciudad.

Al asomarse al valle de Querétaro, se obvserva el centro histórico el cual se reconoce por el puñado de cúpulas de iglesias, que desparramadas alli, le dan un toque distintivo. Un millón de habitantes vive en la capital del estado del mismo nombre, muchos inmigrantes de los últimos años, y muchos del DF que después del terremoto del 85 salieron a poblar ciudades aledañas. Ciudad limpia por completo, la municipalidad instaló cámaras para combatir la delincuencia, han logrado erradicar la venta ambulante, y solo existen puestitos especiales para venta de artesanías que pagan impuestos y deben limpiar la zona al irse. El Gobierno de España está financiando ahora el traspaso de todos los cables a bajo tierra. No tienen ningún río cercano y traen el agua de pozo desde otro pueblo. Aquí, como en todo el país, nadie toma agua de la canilla por ser considerada de pésima calidad para consumo. Todo el mundo compra los bidones de 20 litros de agua para tomar, que no es barata precisamente.

En la noche salimos a caminar por el centro histórico: Colonial, colorido, tranquilo y limpio, Querétaro me da un respiro y deshahogo del superpoblado DF. La limpieza de esta ciudad no dejó de asombrarme, de hecho fue elejida como la ciudad mas limpia hace unos años y llegamos a la conclusión que no siendo “extraterrestes” los que viven aqui, la limpieza se mantiene por contagio: si alguien tira algo, otro de atras lo levanta y se lo entrega: “eh, señor/señora se le cayo esto por favor”.

Gonzalo estudió Ciencias Politicas, con lo cual tiene datos sobre historia y otros, que hacen que la caminata sea de lo mas amena, y yo empiece de entrada a disfrutar al máximo del Hospitality Club. De repende en una de sus innumerables plazas se nos antoja una gelatina con fresas frescas y enteras, antes de irnos a descansar.(http://www.flickr.com/photos/marinmoran/121651481/)

El Martes 21 es el dia de la primavera, pero en realidad eso queda tapado porque por sobre todo es el dia del equinoccio y es costumbre ir a una de las piramides -la que le quede mas cerca a cada cual- a “cargarse de energias”. Nadie sabe bien por que o como se hace, solo van, miles de personas a subir a la piramide esperando que eso los cargue o algo asi.
Además, es Feriado Nacional por el aniversario del natalicio de Benito Juarez, el heroe de la patria. Como cae martes, se hace “puente” y nadie trabaja el lunes tampoco, la mayoria tiene franco el lunes y tampoco hay clases, con lo que la gente aprovecha de irse a Acapulco, o alguna ciudad cercana.

Los templos me recuerdan a España en cada esquina, las pintorescas plazas se abren al paso aqui y alli. En la tarde vamos a por unas micheladas a la cantina de Don Amado con Elizabeth tambien, la novia de Gonzalo. Don Amado es un viejo que atiende su cantina desde que no era viejo, hace mas de 40 años, ahora medio sordo o medio tomado, no se sabe, o las dos cosas, tarde en entender el pedido de “dos oscuras y una clara, las 3 micheladas por favor” hasta que viene otro tipo a auxiliarlo. Con parsimonia nos atiende, claro éramos los unicos en el bar, que esta igual, sin nada nuevo pero sin mantenimiento tampoco, todo con ese color a viejo, a gastado. En una esquina, sin letrero siquiera afuera, tiene una pequeña barra y tres mesas dentro. Una tele en lo alto muestra a Estudiantes de la Plata jugar por la libertadores contra un equipo colombiano.

Una michelada es cerveza servida con jugo de limón, algunos trozos de limón (que aquí son verdes y pequeños) puede ser tambien y sal en el borde.

Luego nos pasan a buscar Berenice, Pancho y Lupina, amigos de Gonzalo para ir a San Miguel Allende, un pueblo cercano, mas turístico que Querétaro, con una Catedral tipo gótica interesante de ver. Alli nos comimos unos ezquites, que es choclo hervido y desgranado, en un vaso con limón, mayo y queso. Bueno y chile, obvio no?

Luego de caminar un poco por el centro, iluminado ahora porque ya era de noche, buscamos una cantina para entrarle a la cervecita. Entre victorias y coronas, con unos cacahuates y abas tostados y con chile en polvo, nos reiamos de los distintos significados de algunas palabras alla y aqui, mientras buscabamos como definir palabras que uno nunca define sino que usa, y que justamente su significado varia segun el contexto, la entonación, la confianza entre quienes lo dicen, etc., etc., etc.

De allí salimos al rato, y todos coincidieron que era el momento de ir en busca de unos taquitos pues! Orale!

Costó pero llegamos al puestito, donde 5 hombres no daban abasto atendiendo a quienes nos parábamos cerca y nos amuchábamos como para repararnos de la fría brisa que se levantó. (http://www.flickr.com/photos/marinmoran/121660574/)

Dos de pastor para mi, pero entre lo bueno que estaban y el hambre que tenía me quedé haciendo señas y le saqué dos mas a Berenice.

De vuelta para Querétaro, escuchando a Oscar Chávez en el auto, cantor de protesta de los años 60 (me recordaba mucho a Victor Jara) fue el cierre de una jornada que será sin duda inolvidable.

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