Domingo de Recital
Salimos tipo 9 de la mañana en el auto de Pancho, con Bere yla pareja del frances y la mexicana embarazada. El viaje fue corto, tranquilo, buena música y algunas paradas para que la mexicana desagote. Como era domingo, no habria problemas con la patente, porque sino en la semana según el color de tu patente hay un día que no puedes circular, medida adoptada por el gobierno hace unos años para disminuir algo el problema del tráfico, con lo cual aún si vienes del interior no puedes andar en DF el día que tu patente no puede, sino, boleta, o mordida según.
Luego de buscar en vano algun estacionamiento barato, encontramos un lugar en la calle en pleno centro donde un cuidador se ofreció por 20 pesos (dos dólares) cuidarlo muy bien todo el dái, “vayan tranquilos y disfruten estoy aquí hasta la noche”.
Luego de los respectivos encargos al cuidador por parte de los chicos, me fui a llamar a Pavel, mi segundo host del HC, a quien encontré asi que quedamos que pasaría por mi a la estación de metro Eugenia. Fuimos a su hermoso y luminoso departamento en una calle tranquila y de grandes árboles muy cerca del centro verdaderamente, decorado con afiches de cine y teatro seguramente que colgó alli Luis, uno de sus compañeros con quien vive, y que esta estudiando guian cinematográfico ahora. Salimos entonces a almorzar unos tacos por el barrio, y luego al super a comprar agua donde aproveche de surtirme de unos cerales para esos dias alli.
De vuelta en la casa Pável, como experimentado host del club, me entrega el “Pancho Villa”, el llavero con las copias de las llaves, y un mapa de la zona, plastificado y todo, donde marcó la taquería, el super, el metro, etc.
De allí nos fuimos un par de estaciones de metro a buscar a Frida, una alemana risueña que está recopilando material para su tesis de etno historia, sobre culturas precolombinas, y allí partimos al zócalo al recital de Manu Chau.
Llegamos muy temprano pero fuimos a ver que onda el zócala en cuanto a cantidad de gente. Como estaba tranquilo aún, digamos un quinto de gente de lo que después fue, nos fuimos a tomar un café cerca. La gente igualmente ya empezaba a saturar el centro, entonces de pronto te encontrabas una cola de 15 personas que salía para afuerta de un 7 eleven, y un guarda hacia pasar de a grupos. Luego en el café, la gente empezaba a hacer cola solo para pasar al baño. Además empezó a llover, con lo cual mas se amuchaban en los lugares con techo. Salimos de alli, llegamos para escuchar a los teloneros “Panteón rococó”, bajo una lluvia suave dentro de todo, el tema es que es fresco en esta época la ciudad en la tarde/noche, con lo cual no era muy divertido mojarse, pero como bien vaticinó Pável, paró y se depejo justo antes que empieze el recital.
Lo mejor fue que alli en medio de semejante multitud nos encontramos con Layi y sus amigos! Ella andaba con dos negros y un yanqui huesped del HC también. Cuestión que éramos un lindo grupo, y nos reimos, bailamos, cantamos y nos la pasamos chido, disfrutando de Manu Chau cantando con la Catedral detrás.
Estabamos medio al fondo, pero Layi venía de adelante y decía que no podía ni respirarse allí asi que nos quedamos nomás.
Al terminar, el descongestionamiento fue lento, todas las calles llenas de gente caminando al paso lento de las masas, y los vendedores ambulantes rematando sus últimas playeras de manu chau. Mientras esperábamos que el metro se libere un poco aprovechamos para cenar algo por allí con Frida y Pavel.
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