Costa Rica!
Lunes 19 de Junio
Desde la Terminal Caribeños cojimos un bus que nos llevaba
directamente a Puerto Viejo, en el Caribe Sur del país. Pues como quería visitar un par de puntos en este país pensé que un poco de Caribe nuevamente no vendría mal.
Llegamos para los últimos 10 minutos del partido de España, asi que buscamos lugar donde verlo ni bien bajamos del bus, y dimos con eñ bar de un catalán justamente, donde había solo españoles viéndolo, y bien porque ganaron. Allí mismo una gallega nos ofrece llevarnos en su carro a las cabinas (tipo cabañas) de su amiga, también española, que estaba bien barato y bien bonito según nos contaba, porque al estar alejado del pueblo no llegaba el cachengue de la noche de los bares y eso. Pues ála, vamos a ver. Y la verdad que estaba bien en precio para lo que es el lugar de caro, y eran solo 4 cabañas separadas entre si, en medio de un jardín enorme (jardin selvático claro).
Puerto Viejo es un pueblito super pegado al mar, muy loco, muy
turístico, muy rastra también y con gente algo excéntrica. Ideal para
surfistas, y con una selva que llega casi hasta las olas.
Martes 20 de Junio
Arrendamos unas bicis para recorrer los alrededores, y encaramos para Manzanillo, un pueblito al sur muy cerquita. El camino era una
carretera ahogada completamente por el verde de los costados.
Verde frondoso, espeso, oscuro. Las matas son todas grandes, altas, de grandes hojas, no hay planticas ahi pequeñitas, todo crece mucho: Enredaderas, helechos, pasto, palmeras, plátanos, mangos, matas con flores rojas, blancas. Aromas. Y animales: cangrejos, blancos, rojos y azules. Mariposas de todos los colores. Pájaros. Monos. Lagartijas. Insectos. Hormigas. Un contacto con la naturaleza que vámos, de aquellos.
Las playas espectaculares. En lugares por la curva que hace la tierra
ahi, es como que se ven de costado las olas, llendo de izquierda a
derecha, y no viniendo hacia uno mismo como siempre. En manzanillo había gente en el bar del pueblo tomando cerveza, otros charlando en unas mesitas de allí, un pescador arreglando algo en su lancha en el mar, unos perros corriendo y ya. Se acabó. Ahi encaramos una caminata por la playa de arenas amarillentas en la soledad total.
Un lugar como el que sé que muchos sueñan, pero no visitan por el mito de que ir al caribe es para gente de plata.
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