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Artesanías, Pozole y Banda.




agua de limon con chia

Originally uploaded by marinmoran.

Domingo de feria en Tonalá! es un pueblo vecino de Guadalajara, que tiene gran feria de artesanias los domingos. Llegamos temprano dentro de todo para evitar el gentío de mas tarde, allí van desde turistas hasta locales y de pueblos vecinos a abastecerse para sus casas o negocios.

No están muy distribuidos por tema con lo cual uno ve de todo durante toda la caminata, que a nosotros nos llevó 2 horas y no terminamos. Muchas artesanías imitación de la cerámica negra de oaxaca, puestos exclusivos de velas (aca se consume mucho la vela :), flores hechas con chala de maiz de una finura exquisita, ollas, jarrones, espejos, vasos de vidrio gruesos con el borde azul, lámparas, dulcerías, fondas de comida (tacos, ahogadas, tortas), jugos de frutas, etc. etc. Muchos modelos de distintas artesanías aparecen al tiempo de aparecer en Tlaquepaque, luego de que logran hacer las copias. Tlaquepaque es un pueblo cercano famoso por sus refinadas artesanías, pero aquí en negocios bien montados para gente de dinero, son cosas como super exclusivas y las cobran, pero da gusto perderse en sus interiores para admirar la cantidad de elementos decorativos que tiene, incluso para tomar ideas para la casa propia.

Como no puedo cargar con nada en mi mochila ni tengo mucho dinero, pues aprovechamos el paseo para degustar un tejuino, que es una bebida a base de maiz fermentado (muy pesado no me gustó mucho pero estimo que era ese debe haber otros buenos), una magdalena de fresa (caramelo de fruta), un agua de limón con chia en jarra de barro, y una gordita de fresa.

En la tarde, volvimos a Guadalajara, a la casa de Carmen, una amiga de Manu, que su hija cumplía años y hacian pozole, pues para que pruebe yo el tan mentando platillo mexicano. Digamos que es costumbre, mas que pastel, para los cumpleaños, hacer un gran pozole, y ya la gente que va visitando la casa durante todo el día se hecha un pozolito, sea la hora que sea claro.

Pues este era un cumpleaños bien surtido, pues una olla gigante de agua de avena, otra de pozole (ollas como de 25 litros), como para comer tres días y tostadas (tortilla desecada y frita luego, con carne y verduritas arriba) como pa completar. Mas tarde que café de olla (exquisito, con canela, joder nada aqui de andar consumiendo las cosas así simplonas, que es eso de café y listo… aquí hasta el café es “condimentado”, ale canela por lo menos!, costumbre esta que me llevo por cierto, entre otras).
El pozole, nutritivo, es un guisado a base de maiz y cerdo, medio pesado, pero este casero, estaba justo!

Cuestión que entre pozoles y botanas y chelas, me pasé una tarde platicando que con Carmen, que con su hija (no la del cumpleaños a ella ni la vi casi je) y su amigo, dos chavos macanudísimos que me pintaron su panorama de mexico, sobre todo de Jalisco, desde la perspectiva de los jóvenes. Sus experiencias, sus deseos, sus inquietudes, lo que aman de su país, lo que no, sus interrogantes sobre Argentina, país desconcido para la mayoría, lejano, muy lejano.

Luego llegaron las hermanas de Carmen, asi que se agrandó la ronda, y todos con sus pozoles eh, aquí no oigo nada de “hay no, estoy a dieta, hay no, es que ya me acabo de comer un yogurt”. Yo me hacía una vuelta por la mesa de los grandes y luego una por la vereda donde estaban los chavos, escuchando música con la puerta del auto abierta: que ranchera, que bolero, que banda.

Al irnos, ya tarde, después de unas 4 horas allí, Carmen aparece con la bolsa de café para regalarmelo porque me había gustado tanto. Acepté encantada, y con foto y todo ahi me despedí de ese grupo de mexicanos bellos que aportaron lo que ni se llegan a imaginar a mi vida.

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