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Archive for July, 2006

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maltin y maltina

Thursday, July 13th, 2006



maltin y maltina

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Colegio Bellas Artes

La escuela primaria de la que mejores recuerdos tengo, está a escasas 5 cuadras de la casa de Alex. Como estaría? Igual? Muy cambiado? Lo vería todo extremadamente pequeño comparando con mis recuerdos?

Primero llego al Teatro Bellas Artes, el cual reconocí porque está
igual. Adentro aproveche para ver una muy buena exposición de fotos, y echarme una partida de ajedrez con el sereno del lugar que justo terminaba una con otro muchacho.

Y de ahi al colegio, algunas cosas no me suenan, no las recuerdo para nada, unos bloques de cemento en una construcción del patio. Entro y esta igual, igual, igual. No me lo puedo creer. La única diferencia que noté era que ahora veía todo desde mas arriba! (un poco crecí desde los 8 años). El hallcito de la entrada, administración enfrente, tomo automáticamente por la puerta de la derecha, y llego a mi aula, allí, 3 B decía el letrero de la puerta. De allí al patio, claro lo mejor del colegio. Los uniformes son iguales, veo mis compañeritos ahi, con la lonchera saliendo al patio, corriendo. El playón, ahora techado, la inmeeeeensa cancha de futbol con pastito de verdad en el fondo, en verdad es grande. A la derecha la piscina! Me veo ahora patalear en el agua junto con otros 20 o 30 pibes en la clase de natación.

Me voy al fondo del patio y busco al cepilladero. Luego vuelvo a la
cafetería que ya no es un sucucho sino una cafetería mas arreglada, y pido lo de siempre, una empanadica. La tribuna al costado de la
pileta. El himno empiezo a cantar. Luego entro y busco a Claudina, del personal de Mantenimiento que me dicen que está hace 24 años trabajando aquí, con lo cual estuvimos en la misma época. Claudina se toma todo el tiempo, y repasamos detenidamente cada uno de los cambios desde aquella época al momento, me lleva al salon de actos y de gimnasia… estaba vacío pero yo lo vi lleno, con los aparatejos para hacer salto y lleno de niños y niñas gastando energía. Mis compañeros claro, no otros.

De ahi, feliz de tan hermosa visita, la cual no creo que hubiera hecho
de no ser porque mi padre me insistía tanto en ello, me dirijo al
Paseo del Lago, lugar donde usualmente remontaba mi barrilete y
cortaba la rutina del cemento del departamento con un poco de tierra.

Aquí conseguí lo que buscaba y no encontraba desde pisar el país:
ovomaltina. El tubo es igual, como de dentífrico. Pero no es tan rica.
Claro ovomaltina era la de antes. La malta polar si sigue siendo buena y con eso me refresqué un poquito en la asoleada tarde maracucha.

amarillo azul y rojo

Thursday, July 13th, 2006



amarillo azul y rojo

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Miércoles 5 de Julio

Raro día. La emoción de saberme en unas horas en la ciudad donde pasé 6 años de mi infancia se mezclaba con la otro sentimiento: Ese día me despedía de Toni.

Con Toni no fue simplemente “vamos para el mismo lado entonces vamos juntos para compartir el alojamiento para ahorrar”. No nos
separábamos. Absolutamente todo el tiempo juntos. Riéndonos a
carcajadas, compartiendo experiencias de viaje o aprendiendo yo de
España y el de Argentina. Queriéndonos. Cuidándonos. Una despedida cortita y rápida, como no creyéndonos todavía que nos
depediamos, mientras corro el bus en la oscura Cartagena a las 5 y 30 de la matina para ir a la terminal.

Y otra frontera me esperaba mas adelante.

Luego de cambiar de buses sin motivo aparente, esperar 40 minutos algún “carrito” que me complete el trayecto desde Maicao hasta Maracaibo, pasar las migraciones y lo peor, los controles policiales, que son lo mas molesto del planeta porque logran así hartar a la gente que cruza todo el tiempo y esperan recibir dinero a cambio, que algunos daran con tal de evitarse tanta espera. El desgraciado este me sacó absolutamente todo de la mochila, con lo que cuesta acomodarla, cómo lo putié…

Lo bueno fue que el carrito (el segundo, porque también cambié de
carrito en un peaje donde el tipo pareció arrepentirse de viajar) por
unos mangos me llevó hasta la casa de mi primo Alex. Aquí, luego de unas arepitas y de charlar con mi primo Marcelo a quien veía por
primera vez después de 22 años, una ducha caliente y me dormí bien tapadita por el fuerte aire acondicionado del departamento, pero
descansé tan bien, como pocas veces en el último tiempo.

Welcome To Cartagena de Indias

Thursday, July 13th, 2006



Torre del Reloj

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Al empezar a caer el sol, una caminata por el malecón, para terminar
refrescandonos con la brisa marina de la tarde, que es fresca,
y mas sobre la gran muralla, escuchando un lounge relajante en Café del Mar.

La Plaza Trinidad
Es una pequeña y cicrular placita con una Iglesia, de la Trinidad, a
30 metros de la casa donde alojamos. En las noches, que realmente refresca rico, se llena de gente que se sienta tranquilamente en los bancos que la rodean, otros van sacando sus sillas a la vereda, los puestitos de comidas se van preparando, los niños ya juegan al futbol en el centro, a veces un tablero de ajedrez por allí, y uno se sienta allí, a eso, a vivir, a gozar. Te tomas un cafecico con el cafetero que pasa vendiendo, mas tarde una cervecita, o quizás una chicha, conversas con uno y con otro, disfrutando realmente cada vez que una brisa reparadora que llega como pidiendo perdón por tanto calor.

La Torre del Reloj
Es una torre con un gran reloj, que se encuentra en la entrada mas
antigua de la amurallada ciudad, con una placita alli llamada De los
Carros porque se estacionan los carruajes allí, flanqueada por el
frente por el portal de los dulces.

Este sitio tiene unos bancos allí, y corre linda brisa también en la
noche, y es un clásico ir a sentarse en esos bancos y tomarse unas
cervezas o unas maltas, que venden los carritos alli dispuestos a tal
fin, ya que además de que es fresco, la cerveza en los bares es
muchísimo mas cara. Cuestión que se convirtió en el sitio por defecto para ir en las noches, a observar la gente y algunos personajes de la ciudad que siempre dan su aparecida en algún momento.

Café Café

Thursday, July 13th, 2006



Primer Café en Colombia

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Jueves 29 de Junio

La primer lancha para Turbo, llena de gente, los chantas cobran sobre peso! y sacan ahi una buena diferencia, pero como no hay otra opción: paga y cállate. Eran dos horas pero esa lancha saltaba como ninguna, al cabo de media hora mas o menos me acostumbré a los saltos pero al principio cuesta.

Una vez en Turbo (parece increíble una localidad con este nombre)
había que realizar la no menos complicada llegada a Montería, a solo unos 200 km que por el estado del camino se tarda como 5 horas. Evaluando distintas opciones de precio/comodidad/tiempo de viaje, sobre todo porque la idea era llegar antes del último bus a cartagena. Escuchamos tantas versiones acerca del tiempo de recorrido y del horario del útimo bus como personas fueron consultadas. Al final llegamos 5.30 mas o menos, pero el último se había ido. El próximo a las 2 de la mañana, que igual llega a las 8.30 de la mañana porque hay un paso que se cierra por la guerrilla y hay que esperar alli hasta que abra.

Otra opción? Al otro dia a partir de las 6 de la mañana. Tiempo de viaje? 6 horas. Zut! no podemos, nos agarra el partido de cuartos de final de argentina en medio del bus… no way. Pues era el de las 2 am o el de las 13.30 del otro día. Y nosotros allí, en plena zona de talleres de alineación y balanceo de Montería, con una pinta digna de foto después de viajar en la parte de atrás de una camioneta
4 horas por un camino tipo Camel Tropic con una destrucción inusual, sujerí quedarnos a descansar en un hotelito baratito, “mañana vemos el partido tranqui y luego cojemos el bus de la 1 y media para llegar tipo 7.30 en papeles que serán las 8.30 en la realidad”. “Venga” dijo Toni.

A Cartagena tenía muchas ganas de ir por todo lo que he escuchado
siempre. Bueno, a ver que tiene esta ciudad, veremos. Y claro, cuando la recorri esa noche de viernes después de acomodarnos en la casa de Marlene que arrendaba un cuarto y nos mimaba con cafecito ni bien abriamos los ojitos, entendí porque. Mi amigo personal, Toni, tan preciso para describir sencillamente los sitios al rato de estar en ellos, sentenció: “es una ciudad romántica”. Un casco histórico pequeño y completamente rodeado de una gran muralla, ninguna calle es recta, las casas de grandes balcones y vívidos colores se van perdiendo en cada curva suguiriendo a quien los camina continuar y continuar, perderse, y solo caminar sin rumbos aparente hasta encontrarse con uno de los sitios de referencia, a saber: La Plaza Bolívar, la Plaza Santo Domingo y la Torre del Reloj.

Playas llenas de vendedores de pulseritas, trencitas, masajes y
demases y gente bañándose ya desde las 9 de la mañana, porque el sol pega a esa hora que confunde y parece que fueran las 12 del mediodia.

Todo el calor que había sentido en los lugares mas calurosos del todo el viaje, sofocación, sudor, ahogo, etc. etc, al llegar aquí me cuenta que no eran nada. O sea, comparando con esto, se podría decir que no sentí calor nunca antes. My God… ese calor que no me podía imaginar, ese mismo, un sudor ya directamente constante y abundante, todo el santo día, y noche. Hay que andar con un pañuelo o toallita en la mano (no en el bolsillo porque es agobiante sacarlo cada dos minutos), en la mano, para irse secando. Uno siente caer las gotas por la espalda a toda velocidad, pesadas, cargadas de sudor espeso, una tras otra.

Puerto Obaldía

Saturday, July 8th, 2006



Puerto Obaldía

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Miercoles 28 Junio

Luego de desayunar en un sitio donde si entendieron el concepto de pan tostado, y pudimos hacer el clásico andaluz de cafe con leche y pan tostado con aceite de oliva y sal, partimos hacia el aeropuerto de cabotaje cerca de alli a cojer un super jet de Aeroperlas que nos llevaría en un viaje de una hora hasta un sitio que era un interrogante porque no teníamos la menor idea de lo que
encontraríamos: Puerto Obaldía. Fue lo imaginado en cuanto a lo
pequeño, pero el lugar fue una sorpresa desde la rudimentaria pista de aterrizaje en medio del pueblo, el malón de gente que se agolpaba cuando bajabamos (eran los que subian), la cantidad de militares allí, todo en un lugar en el medio de la selva practicamente aislado: no llegan carreteras hasta ahi.

Luego de sellar, y pasar arduos controles policiales donde te
entrevistan dos policias -bah uno, el otro solo sentado allí- en un
cuarto a puerta cerrada y te revisan la mochila como nunca hasta ese momento (solo superado y ampliamente por la policía de Venezuela al entrar desde Colombia) salimos en lancha hacia Capurganá, ya en Colombia, allí solo fuimos a sellar y listo, pero hasta aqui ya habiamos contado 5 controles donde anotan en planillas nombres, profesión, número de teléfono en argentina, etc.

Como no había ninguna lancha que saliera ya ese dia para Turbo, había que hacer noche allí, lo cual estaba muy bien porque es un destino en si. Un pueblito pequeño, con turismo colombiano y rumba a todo lo que da en las calles. Mar. Una islita mini en frente. Calor. Tequeños y panela fueron los primeros deleites comestibles en Colombia, donde la gastronomía es algo mas varidada que en centroamérica.

Panamá City

Saturday, July 8th, 2006
 


Panamá City
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Lunes 26 de Junio

A cargarse la mochila de nuevo. Ahora para un maratónico viaje hasta Panamá Capital, que por los horarios de las lanchas no se puede hacer en el día, sino que hay que hacer noche en un bus de David a dicha ciudad. Por esto, salimos el lunes a las 3 de la tarde, para llegar a David tipo 9 de la noche despues de dos lanchas y un bus, y ahi esperar el de las 11 hasta Panama, donde llegamos a su fastuosa terminal de buses, moderna y enorme que nos vaticinaba en algo como sería la ciudad, a las 5 de la mañana. Café, y a buscar un hotelito por ahi luego de indagar el mapa de la guia.

El desfile de buses acaparaban nuestra atención cuando salimos a por él, todos pintados psicodélicamente, y cuidadosamente iluminados, con lucesitas por aquí y por ahi de distintos colores, un trabajo artístico por completo.

Teniamos todo el día para perdermos en la ciudad, excepto a las 14
horas que me querido compañero entendiblemente queria ver a su
selección en octavos de final.

Salimos a caminar, a cambiar los famosos colones que no le cambiamos al chino mala onda de la frontera, a desayunar en el camino, en un lugar donde no pudimos hacernos entender con lo que pedíamos: pan tostado. No hay caso. En otro sitio nos pasó lo mismo. “Pan tostado tiene?” si si… y te llevan pan dulce, y encima sin tostar.. en fin. Gajes del viaje.

Lo llamativo era ver tanta gente vistiendo camisetas de futbol de
brasil, pero en cantidad, 10 veces mas que lo normal que veníamos
viendo, algunos que vestian la gran albiceleste o la amarela y tal,
pero aqui, era cosa de 3 o 4 por cuadra, y muchas mujeres. Fanáticos del mundial y de Brasil, los puestos de la calle que venden ropa barata y esas cosas con las camisetas a la venta tambien, hasta un negocio vi con sandalias de ambas selecciones.

A media mañana, decidimos pues darnos un paseito por el famoso Canal
de Panamá, pues ya que estamos aquí dijios con Toni echémosle un
vistazo. Y luego de esperar 40 minutos al bus en una pequeña terminal
sucia y olorienta llegamos allí, para sacar las fotos de rigor, escuchar a la comentarista que habla sobre cada barquito que pasaba, y disfrutar de la vista del verde de las lomas circundantes en el Dock de Miraflores.

Cruzar este canalcito les lleva a los barcos entre 8 y 10 horas, contra 2 semanas que les llevaría llendo por suramérica. En la mañana cruzan hacia el atlántico y en la tarde para el Pacífico, no si están organizadillos los muchachos. Para llenar cada compuerta, echan la módica suma de 12 millones de litros de agua dulce por minuto, y demora unos 8 minutos en llenarse.

De allí, al centro a buscar algún buen bar donde vendan cerveza y se pueda ver el partido. Dimos al final en un lugar medio antro con pantalla gigante y un aire acondicionado como para usar pullover allí. Lástima que perdieron… “Como siempre” dijo Toni al terminar.

desde el fondo

Saturday, July 8th, 2006


maceteros reciclados

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Sábado 24 de Junio

Alguilamos un kayac y cruzamos hasta la punta de enfrente de donde estábamos, lugar recomendado para snorklear. Yo no hacía eso desde mi niñez, con lo cual la experiencia fue suprema por lo que ví y por lo novedoso.

Allí nos echamos dos horitas tranquilamente, sin darnos cuenta casi. Lo malo fue que ninguno de los dos se acordó del protector solar, y yo quedé roja total, y para peor en la cola y pierna arriba, con lo cual no podia caminar, ni sentarme por dos días, ni dormir boca abajo… y la espalda tambien, pero como dolía tanto la cola no me acordaba casi de la espalda… muy mal.

Nos recorrimos toda la punta, donde las olas golpeaban contra los
corales de la costa, y ver esto desde abajo era todo un espectáculo.
Ni bien bajo la cabeza pasa ahi nomas un cardúmen de pesecitos
minimos, recien nacidos. Luego un grupo de peces azules, grandes, con manchas negras, eran como 40, no se, muchos. un Flash. Esto me gusta dije. Un poco mas, y pasan otros pero mas pequeños y amarillos, luego otros como con un tapiz de sexágonos perfectos amarillos, grises y negros. Luego otro finito, solo él, finito y largo. Despues los que mas me gustaron, unos de un azul que luego deforma en un turqueza, todo medio fluorescente, y en la cola unos detalles amarillos. Corales y esponjas. Unos como pelotas marrones enooormes, y muy cerquita.

Claro que recordé a Guillermo cuando las corrientes de agua fría
cruzaban mi cuerpo de repente, por arriba, luego por abajo,
mezclándose misteriosamente con las otras tan tibias, y yo ahi,
flotando al danzar de las olas…

Bocas

Saturday, July 8th, 2006


camino a Bocas

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LLegamos a Isla Colón en Bocas del Toro, por un camino precioso, por un río primero rodeado de palmeras, y luego una parte que se mezcla con el mar, y luego mar rodeado de islas verdes, y el agua de un color increíble.

Ni bien llegamos hicimos lo de rutina se podría decir ya a esta
algura: Buscar un sitio donde tomar algo. Toni se tomará su clásica
cervecita típica del lugar y yo le robaré unos traguitos con el objeto
de descansar, decidir que hacer, quizás preguntar a algún lugareño
algun dato, etc.

El resultado esta vez fue irnos de esa isla a otra: Isla Bastimentos.
Alli llegamos pues, y dimos con un hostal padrísimo, medio encaramado en la montaña, y con un cuarto divino en el segundo piso que daba a un balcón amplio que tenía una vista que te la voglio dire.

La isla, con un puñado de casas en uno de sus extremos, sin calles y sin autos, solo unos senderos peatonales. El único motor que se
escucha son las lanchas que pasan a veces. Practicamente sin turistas, la población negros en su mayoría que hablan un inglés simplificado y harto difícil de entender.

Todo el mundo tranqui, relajados, sonrien, saludan, escuchan la música que alguno pone en su casa a todo volumen, algún regetton seguramente, otros jugando a los naipes muy concentrados, niños jugando descalzos al fútbol en la canchita del pueblo, o en el agua en una improvisada balsa con un pedazo de telgopor.

Mas Mundial
Buscando un lugarcito donde ver no se qué partido, dimos con lo de
Marco. Un bar metido en el mar, con piso de madera y un techo de
jalapa solamente, sin pardedes con lo que el aire corre allí que da
gusto. Hiciera el calor que hiciese alli siempre estaba fresquito.
Marco es un italiano vagabundo, de Sicilia, que cayó allí hace unos
años y su vida es, estar allí, reposando y atendiendo a algún cliente
ocasional con mucha tranquilidad.

Viernes 23 de Junio

Día de playa. Como están del otro lado de la isla, hay que subir la
montaña para bajar del otro lado. Luego de una caminata donde erramos el sendero y medio nos perdimos en la selva, llegamos a Playa Wizard. Una ancha playa de arenas claras, y unas olas que parecen mas del Pacífico.

Luego en la tarde nos abastecimos en el super del chino (como no podía ser de otra forma) y Toni se cocinó en la completa cocina del hostal unas patatas con huevo frito (en aceite de oliva que aún nos quedaba) para chuparse los dedos.

un poco mas de caribe por favor

Saturday, July 8th, 2006



un poco mas de caribe por favor

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(Jueves 22 de Junio)

El primer bus a la frontera, 6.30 de la matina, que no nos costó esta
vez coger porque con tantas hormigas que pican y mosquitos no
dormíamos lo que se dice de corrido precisamente. Un clásico chicken bus nos dejó allí en unas dos horas. Un sellito por aquí.
Cruzamos caminando un puente muy lindo. Otro sellito por allí.
Genial no pagamos! safamos! el cruce de frontera mas barato hasta ahorita. Y a lidiar con los cambistas y los “operadores de turismo” improvisados de nuevo.

En la tele del bar que había ahi mismo daban un partido del mundial. Dejar la mochila, preguntar como mongo ir hasta “algún” puerto que nos lleve a Bocas del Toro. Allí nos cambío la plata el dueño del bar, que era un chino renegado del español que escribía el valor del cambio en la calculadora y me lo mostraba con tal de no hablar, “porque mas allá no los podrán cambiar” nos adevertían… lo cual sonoba mas engaño que otra cosa. Pero era verdad, esta vez era verdad y costó cambiarlos en la capital.

Mientras esperábamos el próximo bus que nos sacara de ese pueblo fantasma, llegó un taxi que por solo un dolar por cabeza nos llevaba a la terminal para cojer una combi que nos lleve al puerto, que no sabíamos bien donde quedaba, Finca 6-2 la llamaban. Pues ahi nos subimos a la combi y a ver. Alli una lancha para si terminar el viaje del día parecía ya, luego de bus, taxi, combi y lancha.

Costa Rica!

Saturday, July 8th, 2006



Costa Rica!

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Lunes 19 de Junio

Desde la Terminal Caribeños cojimos un bus que nos llevaba
directamente a Puerto Viejo, en el Caribe Sur del país. Pues como quería visitar un par de puntos en este país pensé que un poco de Caribe nuevamente no vendría mal.

Llegamos para los últimos 10 minutos del partido de España, asi que buscamos lugar donde verlo ni bien bajamos del bus, y dimos con eñ bar de un catalán justamente, donde había solo españoles viéndolo, y bien porque ganaron. Allí mismo una gallega nos ofrece llevarnos en su carro a las cabinas (tipo cabañas) de su amiga, también española, que estaba bien barato y bien bonito según nos contaba, porque al estar alejado del pueblo no llegaba el cachengue de la noche de los bares y eso. Pues ála, vamos a ver. Y la verdad que estaba bien en precio para lo que es el lugar de caro, y eran solo 4 cabañas separadas entre si, en medio de un jardín enorme (jardin selvático claro).

Puerto Viejo es un pueblito super pegado al mar, muy loco, muy
turístico, muy rastra también y con gente algo excéntrica. Ideal para
surfistas, y con una selva que llega casi hasta las olas.

Martes 20 de Junio

Arrendamos unas bicis para recorrer los alrededores, y encaramos para Manzanillo, un pueblito al sur muy cerquita. El camino era una
carretera ahogada completamente por el verde de los costados.

Verde frondoso, espeso, oscuro. Las matas son todas grandes, altas, de grandes hojas, no hay planticas ahi pequeñitas, todo crece mucho: Enredaderas, helechos, pasto, palmeras, plátanos, mangos, matas con flores rojas, blancas. Aromas. Y animales: cangrejos, blancos, rojos y azules. Mariposas de todos los colores. Pájaros. Monos. Lagartijas. Insectos. Hormigas. Un contacto con la naturaleza que vámos, de aquellos.

Las playas espectaculares. En lugares por la curva que hace la tierra
ahi, es como que se ven de costado las olas, llendo de izquierda a
derecha, y no viniendo hacia uno mismo como siempre. En manzanillo había gente en el bar del pueblo tomando cerveza, otros charlando en unas mesitas de allí, un pescador arreglando algo en su lancha en el mar, unos perros corriendo y ya. Se acabó. Ahi encaramos una caminata por la playa de arenas amarillentas en la soledad total.

Un lugar como el que sé que muchos sueñan, pero no visitan por el mito de que ir al caribe es para gente de plata.