América Latina

Frontera Honduras-Nicaragua

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El bus estaba estacionado en un lugar, como explicarlo, un barrio muy pobre de alli de la frontera claro, al lado de una casa.
Mientras esperabamos que saliera (el chicken bus) y el del bus y otra señora cargaban entusiasmados unas 20 cajas de galletas de contrabando para entrar en honduras, busque un baño, donde pague con las dos lempiras que me quedaban, era una letrina en el patio del fondo de una casa de alli, un lugar para nada agradable. Piso de tierra, camas sin colchon, paredes de madera, cachibaches, oscuro, en el patio unas gallinas, unos perros, aguas estancadas y sucias, y ese calor…

En el viaje, largo por cierto pero mas por las paradas que por el
recorrido como suele suceder, subieron creo yo mas vendedores que pasajeros. Alli desfilaron de todo: agua, aguita, rojitas, mango con limón, chicharones, tortas de maiz, plátanos fritos, quesillos, lo que quieras! Y la señora que me auxilió era evangelizadora y me daba charla, pero bien no se puso pesada para nada.

Luego andando refresco un poco el calor sofocante, y luego aun mas porque entramos en una zona que había llovido. Una vez en Chinandega fuimos al cajero y estaba fuera de servicio. Buscamos otro en el centro, y me decia que no podía procesar mi tarjeta, fuimos entonces a otro y me decia lo mismo.chan! No me gustó nada, igual andar con la señora me tranquilizaba porque sabía que podía irme con ella a su casa, pero sin un penique en Nicaragua y la tarjeta sin andar, además me veía explicando a los nicas la situación y tal. Por suerto fuimos a otro que si anduvo, le devolví la plata a la señora (unos dos dólares era en total el bus y las dos bicis) y me cojí otro triciclo para ir a la salida de las van a León. Ya faltaba menos. Llegué finalmente al hostel, empapada de sudor y cansadísima despues de dos dias de viaje.

El hostel tenía toda la onda, un patio lleno de plantas en medio,
verdísimo, buena música, toda la onda. Así que me duché y no me dió ni para salir a dar un paseo, y me quedé allí cenando y tomando chela refrescante con un nica que conocí allí. A las 9 y media de la noche ya estaba soñando con los angelitos…

Viajando a León

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“Debo empezar a bajar” pienso mientras miro medio sorprendida en un planisferio la poca distancia recorrida hacia abajo en proporción a la que me falta…Y emprendo dos días de viaje desde Antigua destino León en Nicaragua.

Decidí pasar por alto Honduras y dedicarme a Nicaragua que es mas barato, y hasta mas seguro. La elección estuvo bien porque aquí la gente es mucho mas abierta y pila, me siento muy cómoda y tranquila, a diferencia de Honduras.

Tegucigalpa es una ciudad fea me atrevería a decir. Al llegar al
hostel recomendado como el mejor, feísimo, atendido por un viejo
yanqui mañoso y mala onda, le pregunto a la piba que trabaja allí con todo mi entusiasmo “y? que onda Tegus??!!” a lo que ella me contesta sin moversele un solo músculo de la cara “…mas o menos…”. Ok dije yo, y mi siguente pregunta fue “a que hora salen los buses mañana para Nicaragua?”.

Como ella no sabía (siendo que trabaja en un hostel donde TODO el
mundo está de pasada hacia o desde Nica…) le preguntamos al viejo, y me dió dos opciones:

-directo a Managua, y de allí otro a León (que queda arriba y hay que
subir de nuevo).
-No bajar hasta Managua pero hacerlo por tramos pasando por pueblitos que tuve que anotar sus nombres porque sabía que no recordaria.

Como me parecía mas aventurera la segunda opción, además de económica, opté por esa que consistía en:
– un taxi hasta la terminal Mi Esperanza,
– de allí un bus a Choluteca
– ahi un van que me lleve a la frontera
– de allí cruzar la frontera caminando y del otro lado cojer otra van
hacia Chinandega,
– de alli finalmente otro bus o combi a León, y allí un bus urbano al centro.

La bueno estuvo en la frontera, que luego de lidiar con los
tricikleros que te abruman para cruzarte ellos en bici, pidiendote
cualquier precio esperando confundirte, y los cambistas, que con
calculadora en mano me preguntan directamente “cuantas lempiras
serian??” y yo lo miro con cara de, ya te dije 3 veces que no flaco,
en un momento se apartaron y dije “ok, resulto los espanté” pero al
rato cuando monte mi mochila y me disponía a caminar porque sabía que era cerca, cuando moscardón sobre la miel me rodearon totalmente, hablando todos a la vez, para peor era la única turista en el combi asi que todos para mi. A todo esto miraba de reojo a las viejas allí sentadas vendiendo no se, tamales pongamoslé y hacian un “no” con la cabeza como diciendo te estan mintiendo….

Cuando avanzaba lentamente y ya queriendo arrancar la caminata pensé en ese instante que quizás se “enojaban” estos muchachos por no querer cojer la bici, y como iba a caminar sola no me gusto, y decidí tomar una, pero justo la vieja que venía conmigo en la combi me llama y otros me dicen “ándate con ella” asi que ahi nomás me senté con la vieja que era local y obtuvo buen precio. Por supuesto que era re cerca, y no los 3 km que decias los otros chantas.

Cruzando el puente estaba migraciones, una ventana al lado de la
otra claro, pero los nicas no aceptan lempiras para pagar la entrada, solo dólares o córdobas, su moneda. Ah claro le hacen el negocio a los cambistas les decia! no puede ser, en todas las fronteras aceptan ambas monedas!!!! pero claro que las aceptan pero ya tienen sus curros ahi con los cambistas y sus comisiones. La cosa que eran supuestamente 7 dólares (esto no esta escrito tambien varía) y yo para variar no llegaba, pero dilaté hasta el final el momento, y me cambío un tipo todo lo que tenía y era tres dólares, y el tipo le dijo al de migraciones…”ahi están los 3 dólares” bah dije yo que onda… me dió el pasaporte y lo agarré y rajé antes que cambie de idea.

El tema es que quedé con 2 lempiras nomás! (bueno, mas 3 billetes de 3 pesos cubanos con la cara del Che pero no sumaban mucho creo) y necesitaba para el bus. Asi que la señora otra vez me salvó pagándome el boleto y en Chinandega buscariamos un cajero para devolverle.

Volcán en Antigua

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Por recomendación de mi amigo pasé entonces a Cobán en mi camino a La Antigua para visitar el Parque Semuc Champei, y largo el viaje pero valió la pena, es un río que se mete en una cueva, formada por un derrumbamiento de la montaña hace cientos de años, y recorre como 300 metros. El agua empezó a pasar por arriba de la cueva luego tambien formando unos piletones de agua cristalina, fresca y llena de pesces donde uno puede refrescarse en medio de la naturaleza.

Allí alojé en un hostel en medio de la montaña, donde era la única
huesped ese día! a la noche se cortó la luz asi que estabamos jugando dominó con los chapines que trabajan allí a la luz de las velas rodeados de verde naturaleza y bichitos de esos que salen luego de la lluvia.

Es la época de siembra del maiz, con lo que las laderas de las montañas estaban todas con la tierra recién arada y las matas de maiz recién nacidas.

Aqui también tuve la oportunidad de ver con mis propios ojos lo que había escuchado en Flores, que hay muchísimos hombres que andan armados por la vida como si tal cosa. El chofer de una de las combis tenia la pistola lo mas bien calzada en el bolsillo izquierdo de sus jeans. No me chocó tanto por estar al tanto de lo normal de dicha situación. Es mas, es normal que cuando beben y quieren festejar alguna cosa, o simplemente porque les gusta la canción que suena ahi nomas se hechan unos tiritos al aire.

De aquí viajé a la colonial Antigua, en el altiplano guatemalteco, donde tuve un respiro de “la caló” como dice el gallego, porque es una zona fresca, sobre todo en la noche y en la mañana, donde dormí tapada con dos mantitas y todo! después de dos meses que no me tapaba con una sabanita a lo mucho. Estuvo lindo, muy nublado y llovioso, me faltaban los mates y las tortas fritas y estaba hecha.

El viaje fue como todos en Guatemala, agotador y contracturante por la cantidad de saltos que pega, van rapidísimo en sus viejos buses, agarrando pozos, y manejan de una manera que mete miedo. Agarran las curvas a una velocidad que llega a doblarse el bus además porque van sobrecargados, son dos filas de asientos para dos personas y meten 3 en cada uno. Aquí como en otros países, los buses de larga distancia son los mismos que los de corta, entonces en un viaje de 5 horas igual van parando juntando gente, a veces desesperadamente, el asistente baja y hasta te sube si te distraes. Por esto, el pasillo desaparece, es todo el bus un regadero de cabecitas allí, pero esto no molesta al asistente -que es el que cobra tambíen- porque hábilmente sale por la puerta de emergencia de atrás, y aparece en la puerta de adelante cuan mono, con el bus a todo motor cabe aclarar, o sea son unos pequeños suicidas en potencia.

En Antigua me encontré de nuevo con el gallego que justo esa noche dormía en su casa de Antigua, y justo era la despedida de una de sus compañeras de casa, otra española que se volvía al otro día, asi que mas ron con coca esa noche escuchando música, los hits ochentosos pero españoles, que ellos flipaban pero para mi no me decían nada…

Al otro día me encontré Priscila, mi host en Antigua. Recorrí algo del
centro histórico y en la noche fuimos a tomar unas chelas por unos
bares ya que era su cumple además. Terminamos escuchando una banda en vivo y cayó un chino amigo de ella que me dió unos masajes ahi en en el pub que estuvieron mortales, re clara la tenía el chino, me aflojó de la contractura que la mochila cuando la cargo mucho tiempo me hace.

El domingo salimos temprano a lago Atitlán. Era una maratón llegar
como siempre, terminamos tomando 4 buses, y en 3 horas llegamos a Panajachel, un pueblo en las orillas del lago, donde no se apreciaban bien los volcanes por estar tan nublado.

Lunes, 4 de la matina me pasa a buscar la combi para llevarme a Copán, en la frontera con Honduras (este cruze de frontera fue tranquilo y económico) y de allí cojer otro bus a Tegucigalpa. El camino esto sinuoso entre montañas, todo verde. Con tanta curva no se puede leer pero conocí un brasilero en el bus y viajamos juntos charlando de viajes, que otra cosa.

Sayaxché

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Allí partí rumbo a Chetumal, ciudad en la frontera con Belize y donde
me esperaba Ivan, otro amigo del club. Al otro día a las 6 am era mi
bus a Flores, en el Petén Guatemalteco, bus que casi pierdo porque no sonó mi alarma y a Iván le dió pena y quizo “dejarme unos minutos”.. cosa que salimos de raje bajo la potente lluvia, que no solo me habia desperado en la noche sino que hasta me dió miedito… el ruido que tanta agua hacia al caer del cielo.

Al atravesar Belize los pinches cabrones me sacaron todo el dinero que llevaba, porque nos cobran a los latinos una millonada aún al estar en tránsito, y a los gringos nada. Encima no llegaba con la plata, tuve que ir a un cajero en Guatemala dejando mi pasaporte en migraciones, muy loco fue eso, pero al final el chofer mexicano de nuestro bus me pagó la entrada en guatemala, y encima me regaló un agua fresca porque me vió toda sudada después de mi maratónica carrera en busca de un cajero, y pensé, “estos mexicanos hasta último momento sorprendiendome y siendo tan solidarios”, los gringos con quien viajaba yo a todo esto, ni amagaron a prestarme plata cuando les explicaba mi situación
en la cola de migraciones.

Al llegar a Flores, me esperaba Javier, un andaluz viviendo en Guate
los últimos dos años, con quién me pasé unos dias super divertidos, nos meamos de la risa y hasta compartimos música, me llevo flamenco surtido que tanto queria tener. Luego paseamos por El Ceibal, un sitio arqueologico de los mayas claro, con poca difusiòn, y luego el famoso Tikal, imponente realmente.
Como estaba tan cómoda allì decidì quedarme a descansar un poco, y me eché tres dias durmiendo, leyendo y viendo tele.

Mi primera impresión del país fue la distancia que ponen los
indígenas, similar a la que sentí en Bolivia, pero menos. Es como que cuesta llegarles, se abren pero hasta ahí. Son muy tranquilos, de hecho Javier tiene una teorìa de que no les corre sangre por las venas sino horchatita… y ahí me contaba sus múltiples experiencias en el país en relación a esto, una parsimonia total.

Playa del Carmen

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Aterrizar en Cancún luego de casi 20 dias en Cuba fue una experiencia diferente que el primer arribo claro, justamente aquí, en una de las capitales del consumismo capitalista. Los carteles publicitarios me agotaron en menos de media hora caminando por alli, y hasta me llamaba la atención la cantidad de autos que había! demasiados…

Pero claro, también miraba las tiendas como con ganas de comprarme todo ! Y para empezar sacié mi falta de chile en esos dias almorzando unos taquitos impresionantes… con un agua de piña, a lo mexicana un buen vaso de litro que tanto vasito de 100 cc que te dan en la isla. De ahi, a conectarme a internet por supuesto. En la isla hay pero poco y cariiiisimo, mas de 3 dólares la media hora! imposible.

Jueves 18 de Mayo
En la mañana temprano, luego de despedirme de Rafael que tan bien me acogió en su casa, y de desayunar busco la combi que me lleva a Playa del Carmen, donde ya había estado de pasada pero ahorita me esperaba Donovan (un estadounidense de 57 años que vive allí hace 3 años), y dijo que tenia una vista linda de su casa, asi que había que conocerla. Playa del Carmen es super turístico claro, pero es pequeña y me agrada, desde que llegué me dieron ganas de quedarme ahi, por mas gringos que hay, esta muy linda.

En casa de Donovan, que realmente tenía una vista privilegiada del
mar, con sus turquezas que parecen pintados y me quitan el aliento
cada vez que lo veo, conoci a Jaime, un mexicano personaje, profesor de español de Donovan, y lo acompañé en bici a hacer unos trámites ya que al otro día se iba a USA a vivir, y me presentaba despues a Diego, un argentino quien a su vez me presentaria a Maby, una uruguaya para ver de entrar a trabajar en el bar en que ella estaba.

Es curioso esto, el solo hecho de estar tan lejos de nuestra tierra,
nos da mas confianza de entrada con un compatriota para pedirle una gauchada pero como si fuesemos viejos conocidos o amigos directamente. Sin ningún tipo de formalidad, que en realidad nunca la hay pero es menos en estos casos, una especie de pacto de “estamos lejos de casa y debemos apoyarnos mas aquí”, es muy interesante. Porque además bien lo podemos hacer con otro latino también, pero es diferente. Con un paisano mio hablo de corrido, usando todos los códigos, gestos, expresiones, frases, caras y lunfardos habidos y por haber y con la total certeza de que seré entendida en un 100%… y esto es mucho.

Cuestión que luego de una semana, con una changa que no me dejaba ahorrar sino que sacaba para vivir, y de convivir con un mexicano fumanchi desperté un día y dije “me voy a guatemala”. Ahi nomas me levantè y puse a desinflar el colchón que me había prestado Donovan, con resaca y todo encima, porque la noche anterior fui con una amiga mexicana a recorrer discos y nos quedamos en una que daban canilla libre para mujeres! de no creer, pero cualquier cosa pido? si! me contesta gaby, cualquier cosa, asi que a falta de fernet pues le dimos al Cuba Libre? sin asco toda la noche. Bailamos tambien, desde reggetón tan de moda ahorita, hasta cuartetazo de rodrigo, hasta sweet child of mine de los guns! Muy bueno!!!.